- 1. Frigorífico: Se lleva la friolera del 30,6% de la energía que consumimos en nuestros hogares y podría resultarnos casi imposible
ahorrar en un electrodoméstico de primera necesidad como este, pero
podemos hacerlo, y de manera sencilla. En primer lugar, debemos
asegurarnos de que la nevera está plenas condiciones de funcionamiento,
ya que su estado nos puede suponer hasta el 25% de la energía consumida.
Acciones tan simples como no dejar la puerta abierta más tiempo del
necesario, asegurarnos de que hemos cerrado bien la nevera o controlar
que la temperatura es la adecuada aliviarán nuestro bolsillo.
Además, debes saber que introducir alimentos excesivamente calientes incrementa el «esfuerzo» del frigorífico por enfriar y consume más. Otras acciones serán mantener el aparato en óptimas condiciones de funcionamiento (limpiar las bandejas, descongelarlo dos veces al año...) o, en el caso de estar pensando en comprar uno nuevo, fijarnos en el etiquetado energético (los clasificados con las letras A,B y C son de bajo consumo; D y E de consumo medio, mientras que las letras F y G implican frigoríficos de alto consumo energético).
2. Televisión: Supone un 12,2% de la energía. Ya sabrás que apagar el botón del televisor antes de ir a dormir (el dichoso «stand by») eleva el consumo de forma importante, pero aún hay muchos hogares que olvidan esta económica costumbre. Si no lo haces, no se tratará de un olvido tonto, sino caro: un televisor en «stand by» consumirá tanta energía apagado como un ordenador a pleno rendimiento. La televisión es otro de los aparatos eléctricos que más gastan, sobre todo por el elevado número de horas que permanecemos frente a la «caja tonta». Está claro que ver menos la tele ahorra, pero si no puedes evitarlo, puedes llevar acabo acciones como bajar la iluminación para consumir menos. Además, si compras una televisión nueva deberías saber que aquellas que incorporan tecnología LED consumen un 25% menos que las LCD y hasta un 40% menos que las pantallas de plasma.- 3. Lavadora: Consume un 11,8% de la energía. Trucos tan sencillos como no ponerla a media carga, sino llena, utilizar el programa de lavado en frío siempre que podamos y optar por ciclos de lavado cortos nos ayudará, además de a ahorrar energía, a consumir menos agua.
- 4. «Stand by»: El «stand by» se lleva más porcentaje de consumo eléctrico que enfriar nuestra casa durante los meses de verano. Como ya publicó ABC, una de cada doce facturas se va íntegra a través de este consumo muerto. Y no solo debemos pensar en el piloto rojo de la televisión cuando nos referimos a este concepto. Esta energía inútil y que tanto dinero nos supone al cabo del año se fuga también por los enchufes, las alargaderas y los ladrones. La función de «stand by» está presente en un buen número de productos, que permanecen conectados a la espera de recibir nuestras órdenes: aire acondicionado, ordenadores, cargadores, reproductores de audio, DVD...
- 5. Horno y vitrocerámica: Adquirir ciertas costumbres a la hora de cocinar también pueden salvar nuestra factura. En lo que a la vitrocerámica se refiere, debemos saber que cuanto más pequeño sea el recipiente utilizado menos energía consumiremos. También ahorraremos energía tapando los recipientes de cocción, apagando antes de tiempo ambos electrodomésticos para aprovecharnos del calor residual al finalizar la preparación, no abriendo la puerta del horno antes de acabar la cocción, utilizando recipientes de fondo grueso (reparten mejor el calor). Además, en la medida de lo posible es aconsejable utilizar el microondas para calentar la comida, pues este electrodoméstico requiere de menos tiempo para preparar los alimentos.
- 6. Lavavajillas: Es otro de los aparatos en los que debemos tener especialmente en cuenta el etiquetado de consumo energético. Consume un 6,1% de la energía y, para ahorrar, podemos llevar acciones similares a las utilizadas en la lavadora, como elegir programas cortos de lavado y con temperatura fría. Condición imprescindible es, evidentemente, cargar el aparato al máximo.
- 7. Ordenadores: Aunque es uno de los elementos que más nos acompañan en nuestra rutina diaria, seguro que no conoces ciertas costumbres que reducen el consumo de tu PC: bajar la iluminación, quitar el salvapantallas, apagar el ordenador si no lo utlizamos, no tener conectados aquellos periféricos que no utilicemos (impresora, escáner, altavoces...). Además, es importante que todos estén conectados en la misma regleta. En el caso de los ordenadores de mesa, recuerda apagar el monitor cada vez que te levantes.
- 8. Iluminación: Sobre todo en invierno, la iluminación de nuestra casa se lleva una parte importante del consumo eléctrico. Aprovecha siempre que puedas la iluminación natural, utiliza colores claros para tus paredes y cortinas (hacen que necesitemos menos iluminación artificial), instala reguladores de luz y utiliza bombillas de bajo consumo. En aquellos lugares de la casa en los que vayas a permanecer mucho tiempo, como por ejemplo la cocina, es recomendable emplear lámparas de tubos fluorescentes. Y, por favor, no dejes la luz encendida si no vas a estar en un determinado espacio.
14.- Ajuste la potencia
eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor mínimo necesario, que
puede calcular sumando las potencias de todos los aparatos que tenga
previsto utilizar simultáneamente en el momento de mayor consumo. Cuando
realice ese cálculo, valore si realmente necesita usarlos todos a la
vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
Ajuste la potencia
eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor mínimo necesario, que
puede calcular sumando las potencias de todos los aparatos que tenga
previsto utilizar simultáneamente en el momento de mayor consumo. Cuando
realice ese cálculo, valore si realmente necesita usarlos todos a la
vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
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.- Mejore el
aislamiento de la vivienda. La mitad del consumo energético se debe a la
calefacción. Si reforma la vivienda, instale un buen aislamiento en las
paredes exteriores (y en los techos si es la última planta) y sustituya
sus ventanas viejas por otras de vidrio doble bajo emisivo y marcos de
PVC. Aunque la inversión sea algo elevada, la amortizará en pocos años.
Le será rentable.
2.- Aísle y selle las cajas de las persianas introduciendo en su
interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, poliespán o
cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la
fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle (y
viceversa en verano).
3.- Selle puertas y ventanas. Localice las rendijas, que normalmente se
encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los
contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho,
espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración eficientes. Si tiene
radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica,
sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de
caldera, hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la
comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de
consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en
2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser
milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará bien antes de
abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será la
comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga
llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten
regular la temperatura de cada estancia de forma automática e
independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura
deseada.
Aumentar en un grado en invierno puede incrementar el consumo en torno a
un 7%
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves
termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes
según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se
necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si
tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos
por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura
adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC
en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del
termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede
incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.- Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En
verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la
noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas,
corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en
las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
10.- Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en
el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24
horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70%
menos que un modelo de clase media.
11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED.
Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación.
Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las
primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y
suelen estar garantizados.
12.- Compare las ofertas de las compañías energéticas y contrate la
mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil.
Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en
Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de
clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se
ahorra dinero
13.- Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La
respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene
lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en
horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas
electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa
reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor
mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los
aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de
mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita
usarlos todos a la vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
1.- Mejore el
aislamiento de la vivienda. La mitad del consumo energético se debe a la
calefacción. Si reforma la vivienda, instale un buen aislamiento en las
paredes exteriores (y en los techos si es la última planta) y sustituya
sus ventanas viejas por otras de vidrio doble bajo emisivo y marcos de
PVC. Aunque la inversión sea algo elevada, la amortizará en pocos años.
Le será rentable.
2.- Aísle y selle las cajas de las persianas introduciendo en su
interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, poliespán o
cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la
fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle (y
viceversa en verano).
3.- Selle puertas y ventanas. Localice las rendijas, que normalmente se
encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los
contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho,
espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración eficientes. Si tiene
radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica,
sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de
caldera, hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la
comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de
consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en
2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser
milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará bien antes de
abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será la
comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga
llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten
regular la temperatura de cada estancia de forma automática e
independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura
deseada.
Aumentar en un grado en invierno puede incrementar el consumo en torno a
un 7%
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves
termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes
según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se
necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si
tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos
por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura
adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC
en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del
termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede
incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.- Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En
verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la
noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas,
corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en
las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
10.- Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en
el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24
horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70%
menos que un modelo de clase media.
11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED.
Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación.
Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las
primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y
suelen estar garantizados.
12.- Compare las ofertas de las compañías energéticas y contrate la
mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil.
Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en
Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de
clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se
ahorra dinero
13.- Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La
respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene
lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en
horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas
electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa
reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor
mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los
aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de
mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita
usarlos todos a la vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
1.- Mejore el
aislamiento de la vivienda. La mitad del consumo energético se debe a la
calefacción. Si reforma la vivienda, instale un buen aislamiento en las
paredes exteriores (y en los techos si es la última planta) y sustituya
sus ventanas viejas por otras de vidrio doble bajo emisivo y marcos de
PVC. Aunque la inversión sea algo elevada, la amortizará en pocos años.
Le será rentable.
2.- Aísle y selle las cajas de las persianas introduciendo en su
interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, poliespán o
cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la
fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle (y
viceversa en verano).
3.- Selle puertas y ventanas. Localice las rendijas, que normalmente se
encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los
contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho,
espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración eficientes. Si tiene
radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica,
sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de
caldera, hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la
comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de
consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en
2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser
milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará bien antes de
abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será la
comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga
llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten
regular la temperatura de cada estancia de forma automática e
independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura
deseada.
Aumentar en un grado en invierno puede incrementar el consumo en torno a
un 7%
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves
termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes
según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se
necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si
tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos
por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura
adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC
en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del
termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede
incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.- Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En
verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la
noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas,
corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en
las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
10.- Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en
el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24
horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70%
menos que un modelo de clase media.
11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED.
Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación.
Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las
primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y
suelen estar garantizados.
12.- Compare las ofertas de las compañías energéticas y contrate la
mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil.
Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en
Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de
clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se
ahorra dinero
13.- Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La
respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene
lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en
horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas
electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa
reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor
mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los
aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de
mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita
usarlos todos a la vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
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1.- Mejore el
aislamiento de la vivienda. La mitad del consumo energético se debe a la
calefacción. Si reforma la vivienda, instale un buen aislamiento en las
paredes exteriores (y en los techos si es la última planta) y sustituya
sus ventanas viejas por otras de vidrio doble bajo emisivo y marcos de
PVC. Aunque la inversión sea algo elevada, la amortizará en pocos años.
Le será rentable.
2.- Aísle y selle las cajas de las persianas introduciendo en su
interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, poliespán o
cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la
fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle (y
viceversa en verano).
3.- Selle puertas y ventanas. Localice las rendijas, que normalmente se
encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los
contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho,
espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración eficientes. Si tiene
radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica,
sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de
caldera, hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la
comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de
consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en
2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser
milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará bien antes de
abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será la
comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga
llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten
regular la temperatura de cada estancia de forma automática e
independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura
deseada.
Aumentar en un grado en invierno puede incrementar el consumo en torno a
un 7%
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves
termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes
según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se
necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si
tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos
por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura
adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC
en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del
termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede
incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.- Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En
verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la
noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas,
corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en
las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
10.- Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en
el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24
horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70%
menos que un modelo de clase media.
11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED.
Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación.
Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las
primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y
suelen estar garantizados.
12.- Compare las ofertas de las compañías energéticas y contrate la
mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil.
Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en
Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de
clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se
ahorra dinero
13.- Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La
respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene
lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en
horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas
electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa
reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor
mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los
aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de
mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita
usarlos todos a la vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
La energía nos cuesta
cada vez más. De 2008 a 2012, el precio de la electricidad para consumo
doméstico ha subido un 60%. Y todo apunta a que la tendencia se
mantendrá. ¿Hay algo que podamos hacer? ¿Es posible ahorrar energía (y
dinero) sin renunciar al confort? Sí. Pruebe a seguir estos consejos:
1.- Mejore el aislamiento de la vivienda. La mitad del consumo
energético se debe a la calefacción. Si reforma la vivienda, instale un
buen aislamiento en las paredes exteriores (y en los techos si es la
última planta) y sustituya sus ventanas viejas por otras de vidrio doble
bajo emisivo y marcos de PVC. Aunque la inversión sea algo elevada, la
amortizará en pocos años. Le será rentable.
2.- Aísle y selle las cajas de las persianas introduciendo en su
interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, poliespán o
cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la
fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle (y
viceversa en verano).
3.- Selle puertas y ventanas. Localice las rendijas, que normalmente se
encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los
contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho,
espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración eficientes. Si tiene
radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica,
sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de
caldera, hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la
comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de
consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en
2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser
milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará bien antes de
abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será la
comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga
llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten
regular la temperatura de cada estancia de forma automática e
independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura
deseada.
Aumentar en un grado en invierno puede incrementar el consumo en torno a
un 7%
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves
termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes
según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se
necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si
tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos
por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura
adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC
en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del
termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede
incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.- Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En
verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la
noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas,
corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en
las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
10.- Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en
el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24
horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70%
menos que un modelo de clase media.
11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED.
Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación.
Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las
primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y
suelen estar garantizados.
12.- Compare las ofertas de las compañías energéticas y contrate la
mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil.
Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en
Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de
clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se
ahorra dinero
13.- Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La
respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene
lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en
horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas
electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa
reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor
mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los
aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de
mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita
usarlos todos a la vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
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La energía nos cuesta
cada vez más. De 2008 a 2012, el precio de la electricidad para consumo
doméstico ha subido un 60%. Y todo apunta a que la tendencia se
mantendrá. ¿Hay algo que podamos hacer? ¿Es posible ahorrar energía (y
dinero) sin renunciar al confort? Sí. Pruebe a seguir estos consejos:
1.- Mejore el aislamiento de la vivienda. La mitad del consumo
energético se debe a la calefacción. Si reforma la vivienda, instale un
buen aislamiento en las paredes exteriores (y en los techos si es la
última planta) y sustituya sus ventanas viejas por otras de vidrio doble
bajo emisivo y marcos de PVC. Aunque la inversión sea algo elevada, la
amortizará en pocos años. Le será rentable.
2.- Aísle y selle las cajas de las persianas introduciendo en su
interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, poliespán o
cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la
fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle (y
viceversa en verano).
3.- Selle puertas y ventanas. Localice las rendijas, que normalmente se
encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los
contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho,
espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración eficientes. Si tiene
radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica,
sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de
caldera, hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la
comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de
consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en
2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser
milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará bien antes de
abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será la
comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga
llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten
regular la temperatura de cada estancia de forma automática e
independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura
deseada.
Aumentar en un grado en invierno puede incrementar el consumo en torno a
un 7%
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves
termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes
según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se
necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si
tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos
por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura
adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC
en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del
termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede
incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.- Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En
verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la
noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas,
corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en
las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
10.- Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en
el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24
horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70%
menos que un modelo de clase media.
11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED.
Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación.
Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las
primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y
suelen estar garantizados.
12.- Compare las ofertas de las compañías energéticas y contrate la
mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil.
Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en
Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de
clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se
ahorra dinero
13.- Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La
respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene
lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en
horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas
electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa
reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor
mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los
aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de
mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita
usarlos todos a la vez.
15.- Instale un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así
conocerá su gráfica de consumo a lo largo del día y verá la potencia
eléctrica que necesita. También se hará una idea del consumo de cada
electrodoméstico (y podrá actuar en consecuencia) y detectará si existen
ineficiencias; por ejemplo, consumos nocturnos debidos a la conexión de
aparatos a la red aunque no estén funcionando.
16.- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo
hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán
consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al
7% del consumo eléctrico del hogar.
17.- Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua
caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica (para generación
de electricidad), geotérmica (que aprovecha la temperatura del
subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial.
Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o
muy baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar
que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1922793/0/ahorrar/energia/dinero/#xtor=AD-15&xts=467263
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