El tipo y tamaño de la vivienda, el uso que se haga de la misma y la zona donde se ubique determinan el aparato más aconsejable
Cualquier usuario de móvil sabe cuánto
paga por cada segundo que habla, pero pocos conocen cuánto se gastan por
kilovatio-hora de luz en la calefacción de su casa (en función de la
tarifa contratada, unos 0,016 euros), pese a las subidas en los precios
del gas natural y de la luz en los últimos meses. Es un ejemplo del nivel de desconocimiento que
existe sobre un servicio básico para el ciudadano. ¿Cuál es el mejor
sistema, el que proporciona el calor suficiente para cada hogar al menor
precio? Depende del tipo de casa (vivienda unifamiliar o piso, de nueva
o vieja construcción), de su tamaño, del uso que se le dé (habitual o
esporádico) y de la zona en la que esté situada porque un sistema idóneo
para Sevilla no es válido para el Pirineo aragonés. Éstas son los
sistemas más populares:
Caldera de gas de condensación
Es la mejor opción si se dispone de suministro de gas natural, según la Organización de Consumidores y Usuarios que destaca su gran rendimiento calorífico, que emite poco CO2 y es muy
eficiente. A menudo el comprador de una vivienda se encuentra ya
instalado este sistema de calefacción, con lo que en muchas ocasiones
solo se requiere de una reposición del aparato. Ofrece agua caliente y
calefacción con una temperatura común en las estancias, regulable por
medio de un termostato centralizado y en cada estancia por medio de las
llaves termostáticas de los radiadores. Tiene gastos de instalación y
necesita mantenimiento, pero junto con los emisores eléctricos es el
sistema que menos consume, desde el punto de vista económico.
Es el ideal para un piso de entre
90-100 metros cuadrados en una zona templada como Madrid, al que se
complementaría con un aparato de aire acondicionado. También podría ser
la opción en una vivienda de las mismas características en una ciudad
como La Coruña. Las principales compañías energéticas cuentan con
herramientas en sus webs para calcular el coste orientativo en función
de la vivienda.
Tarifa nocturna con acumuladores
Es un sistema que proporciona agua y calefaccion a cada estancia con suministro eléctrico Requiere contratar
una tarifa eléctrica especial denominada tarifa nocturna o la actual
discriminación horaria, que proporciona un periodo de diez horas diarias
de coste más económico. El aparato (acumulador de calor) está diseñado
para mantener estable la temperatura de la habitación a lo largo del
día, pero solo consume durante la noche, cuando el precio es más
económico. Es el sistema idóneo para casas en las que se necesita una
temperatura estable durante todo el día, como en el caso de personas
mayores que apenas salen de casa u hogares con niños pequeños. Junto a
las calderas de gas son los más utilizados en casas grandes. La
adaptación de la vivienda tiene un sobrecoste superior al de los
emisores eléctricos. Consume un poco más que las calderas de gas y los
emisores, pero proporciona más confort en hogares con uso intenso todo
el día. Los acumuladores dinámicos alcanzan los 1.000 euros y los
estáticos, los 500 euros.
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